No permitas que tomar malas decisiones arruine tus posibilidades de crecimiento muscular. Y es que beber alcohol y ganar músculo no siempre es una buena combinación, de hecho, nunca lo es, porque el alcohol deshidrata tus músculos. Pero si encima tomas creatina, cuidado, porque sus efectos pueden ser muy negativos en tu organismo. Tendrá consecuencias a la hora de ganar músculo y no sacarás partido a tus entrenamientos en el gimnasio.
Muchos de nosotros tomamos creatina para ganar fuerza y mejorar nuestro rendimiento, es este sentido ¿Qué sucede cuando mezclamos creatina y alcohol? Pues la creatina es un suplemento ampliamente investigado y conocido por aumentar la fuerza y el volumen de nuestros músculos.
La creatina es un aminoácido que se encuentra en los músculos y el cerebro y, como suplemento está avalado científicamente. Lo que hace esto es esencialmente tomar la fuente de energía de ATP de su cuerpo y, a través de un largo proceso, restaura lo que se ha agotado. Durante un entrenamiento, su cuerpo usa ATP para obtener energía. La creatina toma ADP y lo vuelve a convertir en ATP para usarlo como energía útil en tu próximo entrenamiento.
También se ha estudiado ampliamente el alcohol y sus efectos en nuestro cuerpo en general. Si bien está bien disfrutar de una bebida o dos con moderación, es importante saber cómo repercute en tus ganancias musculares.
Disfrutar del alcohol no es un pecado, pero con moderación es absolutamente clave. Cuando se trata de desarrollar músculo, el alcohol puede tener efectos limitantes. En lo que respecta a la síntesis de proteínas, por ejemplo, el alcohol puede tener un efecto bloqueador que conduce a una reducción de la masa muscular.
La testosterona es necesaria para que se produzca el crecimiento y es una hormona de construcción muscular muy importante. El alcohol puede reducir seriamente tus niveles de testosterona, lo que significa que la síntesis de proteínas se ve afectada también.
Entonces parece evidente que tomar creatina no tiene sentido si luego bebes alcohol, pues frenará sus efectos y los limitará. El alcohol puede inhibir los beneficios de la creatina. La creatina está diseñada para llevar agua a los músculos, pero el alcohol elimina el agua, deshidrata. Y esto puede provocar calambres, dolor, entre otros efectos negativos. Si la creatina no tiene agua para introducirse en los músculos, entonces no hará su trabajo. Esta deshidratación limitará el crecimiento y te hará sentir fatal.
Además, la creatina ayuda con el funcionamiento cognitivo y el alcohol elimina ese funcionamiento. La creatina quiere extraer nutrientes para beneficiarlo y necesita mucho para hacer bien su trabajo, pero el alcohol también se lo quita. En definitiva, lo que ayuda la creatina, el alcohol lo frena, por eso piénsatelo dos veces antes de mezclarlos en tu alimentación.