Willem Gartner ANCOP
Es imposible mirar a alguien y motivarnos a tratar de vernos como nuestra celebridad favorita, y no es algo que sea una tendencia solo de ahora.
En la década de los 80, muchas jovencitas querían tener el aspecto de Madonna, así como muchos chicos deseaban ser una versión propia de Michael Jackson.
Para los 90s, Britney Spears era la imagen que toda adolescente deseaba seguir, mientras que los chicos anhelaban parecerse un poquito a los Backstreet Boys o Ricky Martin.
Conforme el tiempo ha avanzado, las modas y gustos también. Y eso nos trae hasta hoy, donde se busca la complejidad del ser uno mismo y a la vez estar de moda al igual que las Kardashian.
Una chica influenciada por las estrellas de la familia Kardashian y su gran popularidad en la cultura popular, la llevó a tomar medidas extremas en cuanto a su salud física.
La joven Rachel Velasco de 23 años que es una influencer en Instagram y tiene una audiencia grande en su cuenta de Only Fans, se sometió a un ‘Levantamiento Brasileño de Trasero’ o “BBL”, por sus siglas en inglés.
Dicho procedimiento estético es uno de los más requeridos hoy en dia y consta de absorber grasa de las zonas donde se tiene un exceso de ellas y es
inyectada en el trasero, para posteriormente amoldarlo y quedar como Jennifer López, Nicki Minaj o Kim Kardashian, que lucen un cuerpo atlético y muy llamativo, según los fans.
Rachel, al verse arrastrada por la presión social de las redes, se sometió al procedimiento sin tomar en cuenta siquiera el gran número de contraindicaciones y pasó por alto incluso que el cirujano estuviera certificado para llevar a cabo la operación.
Después de un par de horas de haber salido del quirófano, Velasco comenzó a sentir un dolor insoportable en el área trasera, acompañado de un gran sangrado que no se detuvo hasta que llegó a urgencias a un hospital de Los Ángeles, donde se le intervino de manera inmediata, pues la influencer había perdido mucha sangre y estaba agonizando de dolor con continuos desmayos y ataques cardíacos.
Después de estabilizarse, Rachel confiesa que aún no cicatriza la herida y que, contrario a lo que se piensa, someterse a un procedimiento estético no es necesario ni para resaltar la belleza, pues la salud es más importante que cualquier cosa y no debemos estar estandarizando que las chicas deben verse como lo hacen las más llamativas para que sean lindas.
La operación que le costó a Rachel 10 mil dólares está en el ranking de cirugías estéticas más peligrosas del mundo en el puesto #1, al igual que, desgraciadamente, está también en el número 1 de las más solicitadas a nivel mundial y más de 20,000 personas han perdido la vida por someterse a ella del 2015 al 2022.