En un emotivo acto de conexión con la naturaleza y con un profundo respeto por las tradiciones ancestrales, el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) llevó a cabo la instalación oficial de la Clínica Jurídica de Pueblos Indígenas.
Este espacio representa un hito en la lucha por la protección de los derechos humanos de las comunidades originarias y busca establecer un puente de colaboración entre estas comunidades y las personas defensoras del derecho.
La ceremonia de instalación comenzó con una ofrenda a la Madre Tierra, un gesto que simboliza la conexión profunda entre la justicia y la naturaleza, y que refleja la esperanza compartida por los pueblos indígenas de obtener un acceso equitativo a la justicia.
«Es una esperanza porque es una esperanza la justicia, es una esperanza lo que muchos necesitamos, los pueblos estamos en esta lucha defendiendo lo que ha sido y sigue siendo nuestro, y vemos todos los días cómo esto es arrebatado y violentado», expresó la activista de origen maya Leydy Pec presente en el evento.
La Clínica Jurídica de Pueblos Indígenas operará como un espacio de articulación entre las comunidades y las personas defensoras de los derechos humanos, con el objetivo primordial de resguardar y promover los derechos de los pueblos originarios.
En un primer momento, se han seleccionado cinco casos paradigmáticos en los que la clínica ofrecerá su apoyo, siempre a petición expresa de las comunidades involucradas. Además, se está extendiendo una invitación a otras comunidades y personas defensoras para unirse a este proyecto, con la esperanza de que la iniciativa crezca y tenga un efecto multiplicador.
La Clínica Jurídica de Pueblos Indígenas se compromete a asumir los casos de manera gratuita, en particular aquellos que involucren a personas con escasos recursos y dificultades para acceder a la justicia. Esta iniciativa no solo busca brindar asesoría y representación legal, sino también empoderar a las comunidades para que puedan defender sus derechos y preservar su patrimonio cultural y territorial.
Con esta instalación, la UNAM reafirma su compromiso con la justicia social y la defensa de los derechos humanos, brindando un espacio vital para la protección de los derechos de los pueblos indígenas y promoviendo la colaboración intercultural en la búsqueda de un sistema de justicia más inclusivo y equitativo.