El Día de Muertos, una de las festividades más arraigadas en la cultura mexicana, se acerca con sus coloridos altares, catrinas y una abundancia de platillos tradicionales que rinden homenaje a los seres queridos que ya han trascendido. Además de la conmemoración de los difuntos, esta celebración es también una ocasión para disfrutar de exquisitos postres y platillos elaborados con ingredientes de temporada, como la calabaza y la flor de cempasúchil. Acompáñanos en un recorrido culinario por estas delicias ineludibles del Día de Muertos que el chef Oscar Curiel recomienda probar en estas fechas:
Pan de Muerto: El icónico Pan de Muerto, con sus formas circulares y tiras que asemejan huesos o lágrimas, tiene un significado profundo. La tradición dice que su círculo representa el ciclo de vida y muerte, mientras que el centro del pan simboliza el cráneo del difunto.
Calabaza en Tacha: La Calabaza en Tacha, así llamada debido al recipiente conocido como «tacha» utilizado para evaporar el jugo de caña y producir azúcar, es uno de los postres más queridos de estas festividades. «De calaverita quiero calabaza en tacha», solían decir los niños en el pasado, y hoy en día, todos anhelan esta delicia.
Nieve de Flor de Cempasúchil: La brillante flor de cempasúchil, que florece entre julio y noviembre, ha encontrado su lugar en la temporada del Día de Muertos. Su característico color naranja y su aroma único se incorporan en la Nieve de Flor de Cempasúchil, donde se combina con la vainilla para crear una experiencia exquisita en el paladar.
Atole de Flor de Cempasúchil: La versatilidad de la flor de cempasúchil se extiende a las bebidas, y el atole es una de ellas. La combinación de leche, canela, azúcar y los pétalos de esta flor crea un sabor exquisito que nadie debería perderse en esta temporada.
Dulce de Tejocote: La temporada del tejocote ha comenzado, y este fruto, comúnmente asociado con el ponche navideño, se convierte en una delicia durante el Día de Muertos. Puede disfrutarse en forma de ate o en exquisitos tejocotes en almíbar. La mezcla de dulzura del azúcar con la acidez de la fruta, potenciada por el aroma de la canela, crea un sabor espectacular.
Con información de: Diario de Querétaro
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