“El mejor cronista de la Belle Époque”
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“El mejor cronista de la Belle Époque”

Personas, decoraciones navideñas, pistas para patinar en hielo es lo que disfrutamos en nuestra estancia navideña en Atlanta, y desde luego que fuimos al High Museum of Art, nombrado así en honor a Harriet High una de sus principales benefactoras. 

Pudimos apreciar la colección de arte clásico y contemporáneo, mucha obra de Rodin como también pintores del impresionismo como Monet, Renoir, Degas entre otros y los posimpresionistas como Van Gogh, Gauguin, Toulouse Lautrec. 

Uno de mis preferidos es Henry Toulouse Lautrec porque a través de sus carteles supo retratar la vida de las cortesanas dentro de los burdeles parisinos en el barrio de Montmartre, bailarinas de cancán y personajes de circo. 

Toulouse- Lautrec nació en 1864 en Albi Francia dentro de una familia aristocrática hijo de los condes Alphone de Toulouse Lautrec y Adele Tapie los cuales eran primos hermanos esto daba como resultado hijos anormales como le sucedió a Henry, nació con una extraña enfermedad llamada picnodisostosis, cuando Henry tenía catorce años se fracturo el fémur izquierdo después el derecho sus piernas se atrofiaron y no creció más del 1,42 cm que había alcanzado en su adolescencia. tuvo una infancia y juventud muy feliz, porque, aunque su padre no lo quería, su madre lo quiso mucho y siempre estuvo muy cerca de él apoyándolo. 

Toulouse-Lautrec tuvo que aprender a lidiar con los comentarios que desataba su persona siempre que se presentaba en los colegios o en los estudios de los pintores a los que acudía. Porque su apariencia física despertaba rechazo debido a su imagen que era como una especie de enano con una cabeza grande y unas piernas muy cortas. Pero él quería llevar una vida normal así que tenía que hacerles frente a estas situaciones, le ayuda su carácter que era muy generoso bromista y siempre de buen humor. 

Después de haber estudiado en prestigiadas academias se quería alejar del academismo e ir a París que en ese momento estaba muy de moda sobre todo entre los artistas e intelectuales. 

Convenció a su mamá para que se fueran a Paris, en donde compró un departamento en el barrio de Montmartre para que viviera Henry,  

En 1885 abrió su taller y desde entonces se dedicó a la creación pictórica integrándose en el ambiente artístico parisino. Toulouse Lautrec era muy responsable de su trabajo todos los días estaba en su estudio, pero también se daba el tiempo por las tardes noches para disfrutar del ambiente bohemio de Montmartre, donde siempre se le podía ver en los cafés, teatros, prostíbulos o salas de baile. 

Su obra es un claro testimonio del momento que él vivía día a día, donde sus principales protagonistas son los cabarés, las bailarinas de cancán, prostitutas y personajes del circo y en donde también acudía para tomar apuntes y bocetos de amigos, prostitutas bailarines etc. En los cuales demostraba una gran capacidad para captar la psicología de sus personajes, seres humanos en movimiento, sus expresiones y sentimientos en la historia de París de La Belle Époque. 

En 1889 se inaugura en Paris “El Moulin Rouge” donde Henry se convierte en uno de sus mejores clientes, es tanto que decide casi casi vivir en el cabaré en donde así memorizaba cada pose, cada gesto de sus personajes para plasmarlos en sus lienzos y en litografías inolvidables pintaba las estrellas del cabaret y los bailarines. 

¿Un día el dueño del lugar le dice a Toulouse- Lautrec que porque no haces carteles para anunciar a los artistas y a el lugar? Así el pintor inmortalizo al lugar con numerosos carteles en los que figuraban grandes estrellas del cancán y del cabaré.  

Pero entre sus preferidas tenía a Louise Weber llamada “La Goulue” a la cual la dibujo y pinto de muchas formas, haciendo formidables series de carteles utilizando la Litografía de colores. 

A causa de la movida vida nocturna que llevaba y los abusos del alcohol su bebida preferida era la absenta, su salud se empezó a deteriorar rápidamente su familia lo interno en una clínica psiquiátrica. Al salir termino de ordenar su taller, firmo las obras que le parecían valían la pena y volvió con su madre al castillo de mal moré después de un ataque de parálisis en donde murió a causa del alcohol y la sífilis a los 37 años, murió en los brazos de su madre. 

Profa. Mayra Núñez P. 

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