Sofía Daniela Chávez Arteaga ANCOP
Sin duda, los mexicanos son muy creativos, y siempre están buscando qué y cómo innovar. La pandemia no fue la excepción, empezando por que las actividades cotidianas buscaron la manera de adaptarse para poderlas hacer en el hogar, trabajo, ejercicio –y de multiples maneras– como meditación, pilates, ejercicio hit, caminar y muchos métodos que buscaron innovar para entrener a la gente, pero incluso, poco antes de la pandemia comenzaron a desarrollar nuevos estilos de gimnasios y lugares más entretenidos para que las personas se ejercitaran.
Siclo (se pronuncia saiclo) son las nuevas clases de spinning, principalmente, que se caracterizan por ser en un lugar cerrado, con poca luz y luces color neón, que muchas veces brillan al ritmo de la música, los instructores tienen un micrófono con ellos, donde van “cantándole” las rutinas a las personas que van ahí, con música muy movida, y al ritmo de la misma es como estos gimnasios se han vuelto un “antro de ejercicio” pues prácticamente tienen todo lo que hay en un antro, menos bebidas alcohólicas.
Esta nueva tendencia por hacer ejercicio, es una más de las actividades innovadoras en los últimos años que ha atraído a muchas personas, principalmente mujeres. Estas clases están determinadas para un status social medio-alto, pues las zonas donde se plantaron estos gimnasios son zonas como Santa Fe, Polanco y muchas plazas comerciales de la zona, sin embargo, se han extendido en otros estados, en zonas que son “top” entre la gente jóven.
Siclo, nació en Nueva York, es una tendencia totalmente de allá, y a través de una playlist sumamente versatil es como se mide la intensidad de los ejercicios. La ventaja de estas clases es que no necesitas pagar una mensualidad, pagas por sesión o clase, y cada clase dura aproximdamente 45 minutos.
