Kurt Cobain, víctima de la fama y la depresión
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Kurt Cobain, víctima de la fama y la depresión

Ayer se cumplieron 27 años del suicidio del líder de Nirvana

El 5 de abril de 1994 Kurt Cobain se atrincheró en una habitación sobre el garaje de su casa en Seattle, Estados Unidos, se colocó en un taburete contra la puerta y se encerró a escribir una carta de despedida. 

El líder del grupo Nirvana, afirmó en más de una ocasión que tenía un conflicto con la fama. Aseguraba no haber querido ser músico para ser famoso e incluso le angustiaba ser considerado la voz de toda una generación, afirmó Óscar Zamora Arévalo, jefe de la División de Estudios Profesionales de Psicología en la UNAM.

Aunque el apogeo musical de la banda estadunidense a la que pertenecía no fue de más de cuatro años, ese tiempo fue suficiente para que sintiera una enorme presión social como artista y como persona. “Él comentaba cómo voy a ser la voz de una generación (la llamada X) si traigo encima tantos problemas”, entre ellos una depresión aguda y sus adicciones.

Cierto, mencionó el psicólogo, tenía una familia, pero ésta era completamente disfuncional. “La relación con su esposa, Courtney Love, estaba muy deteriorada y aseguraba que no iba a poder afrontar un segundo divorcio, porque ya había vivido el de sus padres cuando tenía nueve años”.

De modo que la fama no le cayó nada bien y eso suele pasar con una buena parte de los personajes públicos: la presión social que les genera este reconocimiento los lleva a presentar o a que se agudicen trastornos como la depresión o a adoptar conductas de riesgo como el consumo de drogas, resaltó.

Depresión masculina

Muchas veces la depresión no viene cuando ya son famosos sino que tiene antecedentes en sus historias personales, y estar en el centro de atención de la gente desata acontecimientos que les cambian la vida radicalmente”, apuntó.

En el caso de Kurt Cobain su círculo cercano parecía muy difuso porque sus compañeros de grupo, su representante y los propios fans estaban en su vida por la fama de la cual gozaba, señaló.

Por eso, a pesar de estar rodeado siempre de gente, se sentía vacío y creía que estaba desempeñando el papel de un farsante, porque ni era representante de una generación y además no innovaba, pues seguía haciendo el mismo tipo de música, la que le gustaba a su público, cuando en realidad deseaba experimentar, subrayó.

Nirvana era un grupo alternativo, era una propuesta nueva de hacer música y al hacer cambios en aras de obtener mejores ventas, Kurt Cobain aceptó hacer cambios que de alguna forma lo hacían traicionar sus principios, comentó.

“Como sabemos, la depresión es multifactorial y puede deberse a problemas que vienen desde la infancia o adolescencia y/o factores neuroquímicos y presiones sociales que hacen que quienes padecen este trastorno pasen por fases maniacas y depresivas.

“La parte peligrosa se da más cuando se está en la fase maniaca porque están dispuestos a hacer cierto tipo de acciones que pueden afectar la integridad de la persona; en cambio, en la depresiva se ha reportado que los pacientes tienen el ánimo tan decaído que no pueden actuar”, explicó.

El académico universitario consideró que el caso del líder de Nirvana es un buen ejemplo de una persona con depresión que no pudo con el peso de la fama. “Sobre todo porque antes vivió situaciones muy difíciles. De hecho, uno de los hechos que desencadenó su depresión fue el divorcio de sus padres cuando era un niño, fue algo con lo que no pudo lidiar».

Además, «en la adolescencia, la mamá ya tenía otra relación y al ver que era un joven conflictivo lo mandó a vivir con el papá, quien en realidad no se hizo cargo de él”.