El stop motion es una técnica de animación de imágenes fijas, se captura una imagen a la vez y se crea la ilusión de que la imagen se está moviendo, se toma fotos de objetos o modelos, moviéndolos poco a poco para simular además de movimiento, diálogo y expresiones faciales.
René Castillo y Luis Téllez formaron parte del equipo de animadores que ayudaron a hacer la película de Pinocho, incluso varios animadores especialistas en esta técnica de animación aseguran que, si la película “Pinocho de Guillermo del Toro” gana el premio Oscar, podría abrir el camino para que la animación en stop motion tenga más apoyo en México.
Los hermanos Arturo y Roy Ambriz supervisaron la continuación de la serie “Frankelda”, una serie disponible en HBO Max y hecha con animación stop motion, para hacer esta serie usaron un set de más de 20 metros cuadrados, un escenario de una cueva, un grifo, una chica, una grúa mecánica y una cámara.
“Creo vamos tarde en México con eso, porque no puedo creer que en 2023 no se haya lanzado una sola película mexicana en stop motion, cuando hay otros países que tuvieron la suya en los 70 y 80”, declaró Arturo Ambriz.
Ambos hermanos consideran que el mayor problema con la animación en stop motion en México es la creencia de que es costoso, incluso mostraron el presupuesto de producciones live action comparando la animación stop motion y cuestan lo mismo, aproximadamente 20 millones de pesos
La casa (2022), Wendell y Wild (2022), Isla de perros (2018), Kubo y la búsqueda del samurái (2016), Coraline y la puerta secreta (2009) y Pollitos en fuga (2000) son solo unos ejemplos del resultado de la animación en stop motion.
Hacer una película animada en stop motion toma mucho tiempo y dinero, ya que hay que cuidar varios detalles y hacerlo de forma precavida y minuciosa, pero no se puede negar que el resultado final es genial.
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