Willem Gartner ANCOP
Jimi Hendrix y Miles Davis se conocieron en una peluquería, Hendrix estaba en la cima y Miles estaba revolucionando el jazz. Era 1969 y las drogas y el alcohol estaban muy presentes en sus vidas. Miles y Jimi empezaron a salir juntos con sus respectivas novias. Iban a bares y la pasaban bien.
Jimi empezó a comprar discos de jazz y Miles estaba completamente enloquecido con la música de Jimi. Así se fue gestando la idea de que Jimi y Miles grabaran un álbum. A Jimi le importaban muy poco las formalidades y los contratos, así que acordó un día con Miles para juntarse a grabar y le dijo a quiénes quería en la rítmica: nada más y nada menos que a Paul McCartney en bajo y a Tony Williams en batería. Había un problema de todos modos: El dinero. Parece que Miles estaba un poco celoso de lo que ganaba Jimi, así que trató de negociar con el manager de Hendrix, Michael Jeffrey, la suma de cincuenta mil dólares. Pero no hubo caso. Así, la codicia frustró lo que tal vez podría haber sido el mejor disco de la historia del jazz y el rock.
Un testigo de la amistad entre los grandes músicos fue Terry Reid, un amigo inglés de Hendrix. En la biografía sobre Jimi de Charles Cross, Room Full of Mirrors, Reid contó que una tarde estaba en el departamento que Jimi tenía en New York cuando llegó Miles Davis. Los dos se encerraron en una habitación y empezaron a tocar. Trompeta con sordina y guitarra acústica. “Era auténticamente precioso, se trataba de una interpretación de buen gusto, nada ostentosa ni exagerada. En el contexto del jazz, Jimi no dejaba de ensanchar
los límites, y todos aquellos tipos del jazz lo respetaban como a nadie más en el mundo del rock”, dijo Reid.
Poco después se cruzaron en el Festival de la Isla de Wight. A Jimi le quedaba muy poco tiempo de vida. Miles estaba más vital que nunca. Llevaba un año presentando Bitches Brew, su disco más innovador, con John McLaughlin en guitarra, a quien Miles le dijo: “Quiero que toques como Hendrix”.
Miles cambió su vestimenta formal por una más extravagante gracias a la influencia de Hendrix. Para el célebre bajista Dave Holland, “Miles se había enriquecido profundamente de la música de Hendrix”. Es una explicación lógica si se analiza su música a partir de 1968 o 1969. En su biografía sobre Miles, Ian Carr cita una opinión del trompetista: “Hendrix no sabía nada de música modal, era sólo un músico innato; sabes, no había estudiado, no le importaba nada el mercado”.
Hendrix murió el 18 de septiembre de 1970. Miles asistió a su funeral y quedó devastado, a tal punto que fue al último entierro al que fue en su vida.