A partir del 15 de marzo está disponible la exposición “El diseño de Cartier: un legado vivo” en el Museo Jumex, aquí habrá 160 piezas, entre ellas hay: tiaras, joyas, relojes, cocodrilos de diamantes, decoraciones y bocetos que cuentan la historia de Cartier.
Lo que sobresale de la exposición son una serie joyas que formaron parte de la realeza, por ejemplo: un broche que perteneció a la nieta sobrina de Napoleón Bonaparte, un broche que fue de la princesa Margarita, y un anillo de Barbara Hutton.
La exposición inicia con un broche en forma de pirámide, este fue un pedido especial realizado en 1935. Hay elementos adicionales que se asemejan a pirámides en el archivo, pero no exactamente igual, a otras pirámides de la civilización maya, en la mente de los diseñadores, esas imágenes ya estaban allí.
La pieza final de la exposición es la serpiente, el visitante la descubre en posición de ataque con la cabeza levantada, es totalmente móvil, está hecha de platino y diamantes, tiene ojos esmeraldas y su cuerpo está hecho de esmalte negro, rojo y verde.
Fue María Félix, propietaria de la joya, quien sugirió esta posición, o, mejor dicho, fue fruto de su reprimenda, la serpiente, que ella había vendido anteriormente y que Cartier había vuelto a comprar.
La última vez que estas joyas fueron exhibidas en México fue en 1999 en Bellas Artes.
Una de las encargadas de la exposición declaró en una conferencia de prensa que las joyas se consideran un adorno y son también, una pieza de historia la cual da información sobre una época.
Al recorrer esta exposición se verán las primeras piezas de platino hechas por Cartier, debido a que él consideraba que el platino era lo más lujoso y el metal del siglo, dejando de lado la plata y el oro.
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