Otra vez el Metro; ya ni qué decir 
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Otra vez el Metro; ya ni qué decir 

Por Ricardo Burgos Orozco 

Una de las líneas del Metro en la cual he viajado muchas más ocasiones es la que corre de Indios Verdes a Universidad. Hace algunos años difícilmente tenía fallas, me consta. Todo se empezó a descomponer –o fue coincidencia –cuando la Línea 12 atravesó la estación Zapata. 

La Línea 3 tiene 52 años de existencia. Se inauguró el 20 de noviembre de 1970 con las estaciones Tlatelolco, Hidalgo, Balderas y Hospital General; nueve años después se amplió a Indios Verdes, al año siguiente se abrieron Centro Médico, Etiopía, Eugenia, División del Norte y Zapata, y en 1983 se fue hasta Universidad. En la actualidad transporta un promedio de 500 mil pasajeros por día. 

El sábado 7 de enero por la mañana nos enteramos del terrible accidente del choque de dos trenes entre las estaciones Potrero y La Raza, lo que provocó una persona muerta y 106 heridos. No lo podíamos creer después de las repetidas promesas de las autoridades que ya se estaba dando el mantenimiento adecuado. Cuando menos eso nos dijeron. 

Hasta ahora la única consecuencia ha sido despedir al subdirector de Operaciones; sin embargo, Guillermo Calderón, el titular del Metro, reconoció que desde el viernes 6 de enero se había detectado la falla en un cable del sistema de señalización, que indica a los operadores cuando deben avanzar y detenerse los trenes. No hicieron nada para repararlo o suspender momentáneamente el servicio y sobrevino el accidente la mañana del sábado 7. 

Es inexplicable que, si ya habían registrado una anomalía desde el día anterior, el director general permitiera la operación normal. La Fiscalía General de la Ciudad de México está haciendo las investigaciones respectivas. Pues ahí está la declaración del titular del STC para proceder contra quienes resulten responsables, tal vez él mismo, aunque la jefa de gobierno ya decidió quién es y quién no es culpable porque declaró que ya no va a remover a nadie más en el Metro. 

Hubo el fallecimiento de una joven inocente, estudiante universitaria de 18 años de edad, y 106 heridos; es un asunto muy grave, pregúntenles a los afectados. Habría que fincar cargos que se merecen no solamente un subdirector de Operaciones, sino más funcionarios. Ya basta de echarle la culpa al pasado antes del 2018. 

Algunos trabajadores del Metro me han platicado que están laborando con sus propios teléfonos celulares para regular el tráfico de los trenes en varias líneas desde el incendio ocurrido el 9 de enero de 2021 que destruyó el Puesto Central de Control número 1.  

En el otro terrible accidente del 3 de mayo del año pasado en la Línea 12 donde perdieron la vida 26 personas y más de 80 resultaron lesionadas, Claudia Sheinbaum también prometió que no iba a haber impunidad y ni siquiera han llamado a declarar a la exdirectora Florencia Serranía, Es más, no ha habido un sólo detenido. 

Ahora la gente tiene miedo de viajar en el Metro, pero no les queda otra. Todos deseamos que jamás se vuelva a repetir una tragedia similar; llevamos varias en esta administración; es cierto, también es tiempo de aplicar todo el peso de la ley a quienes sean responsables, del nivel que sea. Si este gobierno prometió ser diferente, que lo cumpla con hechos. Hasta ahora no en el caso del Metro.