Las personas mayores enfrentan una creciente brecha tecnológica. En un diagnóstico sobre la inclusión digital en los servicios financieros la Comisión Nacional de Derechos Humanos pone de manifiesto que afecta a este grupo etario en la sociedad.
Según el informe, el 60% de las personas mayores utilizan cajeros automáticos, pero el 44% de ellos requiere apoyo para llevar a cabo sus operaciones bancarias. Estos datos arrojan luz sobre un problema que se está profundizando y que tiene serias implicaciones en términos de igualdad y discriminación.
El informe también destaca que el 65% de las personas mayores encuestadas no utilizan redes sociales, y de aquellos que sí lo hacen, el 68% desconoce las normas de seguridad de estas plataformas. Esto los hace vulnerables a amenazas digitales y fraudes en línea, lo que resalta la importancia de brindar educación y apoyo en este sentido.
La inclusión digital de las personas mayores se ha convertido en una prioridad, ya que el uso de herramientas tecnológicas está generando brechas más profundas en este grupo demográfico. Estas brechas no solo afectan su capacidad para realizar transacciones bancarias, sino que también limitan su participación en la vida digital moderna.
El objetivo fundamental del diagnóstico es generar políticas públicas que permitan la inclusión digital efectiva de las personas mayores. Esto implica no solo garantizar que tengan acceso a tecnología y recursos adecuados, sino también brindar capacitación y apoyo continuo para que puedan utilizar estas herramientas de manera segura y efectiva.
El informe también destaca algunas de las dificultades específicas que enfrentan las personas mayores en la banca electrónica. Muchos de ellos temen acercarse a los cajeros automáticos, no saben cómo digitar su NIP (Número de Identificación Personal), ni cuándo deben autorizar un cargo, lo que a menudo resulta en cargos no deseados.
Es crucial avanzar hacia una inclusión digital respetando sus derechos fundamentales y proporcionando la asistencia necesaria para superar estas barreras.
Además, se reveló que el 62% de las personas mayores encuestadas cuentan con una tarjeta de débito, y el 77% recibe algún tipo de apoyo económico por parte del gobierno. Esto subraya la importancia de asegurar que tengan acceso a servicios financieros digitales de manera accesible y segura.
En resumen, el diagnóstico realizado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos destaca la urgente necesidad de abordar los desafíos de inclusión digital que enfrentan las personas mayores en el ámbito financiero y digital.
Esto no solo promoverá la igualdad, sino que también garantizará que este segmento de la población pueda participar plenamente en la sociedad digital del siglo XXI.
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