Salsa huichol: La historia de como 40 pesos se convirtieron en una fábrica de sueños
ENTRETENIMIENTO GASTRONOMÍA

Salsa huichol: La historia de como 40 pesos se convirtieron en una fábrica de sueños

Willem Gartner ANCOP

¿Qué harías con 40 pesos en la bolsa y las ganas de triunfar? Es una pregunta que a menudo nos hacemos, pero pocos nos disponemos a seguir hasta el final. Esta historia que estás a punto de leer consta de eso, valor, coraje y motivación para todos aquellos que la necesitan aún en los días más difíciles.

La historia de la muy famosa salsa Huichol es una de lucha, esfuerzo, dedicación constante y de motivación que no es para cualquiera. La diferencia está en que, en un puñado de chiles, don Roberto, más allá de ver una buena salsa, vio una oportunidad de crecer.

En el año de 1949, Roberto López tenía 40 pesos y dos posibilidades: marcharse al norte a ganar dólares a costa de enriquecer a alguien más, o quedarse en Nayarit y salir adelante por sus propios medios. Cualquiera no dudaría en hacer la primera en cuanto se tenga la oportunidad, sin embargo, Roberto eligió lo segundo.

En la casa de su padre, su abuelo comenzó a preparar esta salsa para los botaneros locales, luego su padre aprendió la receta y finalmente Roberto López heredó el legado culinario.

A los 18 años, Roberto fue liquidado de su trabajo como albañil con sólo 40 pesos y las ganas de seguir creciendo. Pero su padre lo convenció de que no buscará suerte en los Estados Unidos, sino que se quedara a ‘hacerle la luchita’ con la salsa de la familia.

“No le tenía mucha confianza a ese negocito, pero por obediencia le hice caso”, confesó el creador.

Con su finiquito, compró un molino de mano, una cerradora de corcholatas y un kilo de chile.

Aunque al principio decidió que su producto se llamará ‘salsa cora’ -por los chiles que usaba-, prefirió que llevará el nombre de la cultura que se asentó en la región: Huichol.

Con una producción casi artesanal de 40 botellas a la semana, comenzó vendiendo en restaurantes locales y en el mercado Escutia, “con la suerte de que en un restaurante vendí seis botellas, en otro doce; ya me vi con dinero y compré dos kilos de chiles; así es hasta la fecha y ahora utilizamos 800 toneladas anuales de chile”, externó López.

Ya en los años 80, mudó la fábrica al terreno que actualmente ocupa en la calle Rey Nayar, en la colonia Los Fresnos. Entonces el reparto lo hacía en una carcacha que le heredó su tío.

Todavía no tenía empleados por lo que todo lo hacía él mismo: preparar y envasar la salsa entre semana y los fines se salía a venderla.

“En ese tiempo ya eran clientes todos los changarros de Tepic e incursionaba en los municipios de Compostela y Santiago Ixcuintla; me seguía al norte hasta Mazatlán, Culiacán, Los Mochis, Hermosillo y hasta Baja California.

Donde se me acabaran las cajas me regresaba, a veces me tardaba hasta 40 días”, confesó Roberto sobre sus agotadores viajes.

Con una clientela cautiva, se puso la mira en el mercado norteamericano, y 10 años después incursionaría en Europa al vender en España.

Al día de hoy, la producción de Salsa Huichol es de cuatro mil cajas diarias. El producto puede encontrarse en tiendas de autoservicio y transnacionales como Walmart, Sam’s o Comercial Mexicana en toda la República, así como también se tiene el registro que se exporta en línea y en tiendas de Estados Unidos.

Spread the love