La industria musical siempre tiene sus altas y sus bajas, sobre todo porque es un mundo inmenso el cual todos los artistas exploran, y en el que también se presentan vulnerables a veces, ante la presión de la sociedad, la competencia con otros artistas, las nuevas generaciones que tienen expectativas diferentes y cada vez es más difícil sorprender, y por supuesto la guerra de intereses.
Fue eso lo qué pasó con Taylor Swift en 2019 cuando Braun Scooter adquirió la disquera Big Machine, donde Taylor había grabado hasta 2018, cuando la cantante decidió firmar con Universal Music.
El conflicto comenzó cuando Scooter vendió a una empresa privada, los derechos de los seis primeros discos que grabo en Big Machine, sin que Taylor pudiera adquirirlos de nuevo, además de denunciar públicamente que sufrió acoso de parte de Braun Scooter cuando trabajó con él en el pasado.
Sin embargo, Taylor Swift si es propietaria de las composiciones razón por la cual podía re-grabar los álbumes cuando ella quisiera, y así fue, pues en 2021 salío el primer álbum re grabado que fue Fearless Taylor’s Version, donde además de incluir las canciones, se dio el lujo de grabar canciones que en su momento la disquera no le permitió sacar; más adelante para finales del 2021 salió el álbum Red, que había sido estrenado en 2012, en esta ocasión hasta lo estrenó con un short film de su icónica canción All Too Well, que extendió la duración a 15 minutos de video y diez minutos para la canción.
Aún le quedan 3 álbumes más por sacar, no se sabe si el siguiente será Speak Now o 1989, ya que en 2022 estrenó la canción This Love para el soundtrack de una película, lo que nos hizo creer que este sería el siguiente, pero con esta mujer todo es un misterio, nos quedará esperar para saber cuál es el siguiente álbum.
