Sigue sin entrar en funcionamiento el Banco Nacional de Datos Forenses, tres meses de que se publicó en el Diario Oficial de la Federación. Colectivos y familias manifiestan su preocupación por parte de quienes buscan a personas desaparecidas
La creación de este banco de datos fue ordenada por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, con el propósito de brindar una herramienta crucial en la búsqueda de personas desaparecidas y no localizadas en México.
Uno de los casos que destaca en este contexto es el de Olimpia Montoya, quien lleva buscando a su hermano desde 2017 en el estado de Guanajuato.
Hace dos años, Montoya presentó un amparo ante un Juzgado de Distrito con sede en la Ciudad de México, exigiendo la creación del Banco Nacional de Datos Forenses por parte de la Fiscalía General de la República (FGR), con la esperanza de que este banco coadyuvara en los trabajos de búsqueda.
Sin embargo, hasta el momento, el banco no ha comenzado a operar y en su lugar se ha intentado presentar una página de internet que pretende ser el Banco Nacional de Datos Forenses. Colectivos y familiares denuncian que esta acción es insuficiente y que no satisface la exigencia de búsqueda y justicia.
Un aspecto esencial que resaltan los colectivos y familiares es la necesidad de incorporar diversas bases de datos para que el Banco Nacional de Datos Forenses sea efectivo.
Esto incluye la base de datos genéticos, la base de datos de huellas dactilares, el registro nacional de fosas clandestinas y fosas comunes, así como la interconexión nacional de personas desaparecidas y no localizadas. Se subraya la importancia de que los estados colaboran entregando su información para que esta pueda ser homologada y utilizada de manera conjunta.
La falta de avance en la puesta en marcha del Banco Nacional de Datos Forenses representa un reto significativo en la lucha contra la desaparición forzada y la búsqueda de personas desaparecidas en México. Los colectivos y familias afectadas exigen acciones concretas por parte de las autoridades para garantizar la operación efectiva de este banco y así brindar respuestas a quienes buscan a sus seres queridos.
A medida que el tiempo avanza, la presión sobre las autoridades para cumplir con el mandato del tribunal y garantizar que el Banco Nacional de Datos Forenses cumpla con su propósito se intensifica. Mientras tanto, los colectivos y familias siguen luchando incansablemente por la justicia y la verdad en un país donde la desaparición de personas sigue siendo un desafío urgente y sensato.
