Las consecuencias de “rodar” en la Ciudad de México
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Las consecuencias de “rodar” en la Ciudad de México

Lourdes Torres Camargo

La Organización Mundial de la Salud (OM) considera a la contaminación ambiental como la de mayor riesgo para la vida humana, explicó Patricia Segura Medina, adscrita al departamento de Hiperreactividad Bronquial del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER). 

 

Al participar en la sesión Movilidad ciclista y sus implicaciones en la salud, Segura Medina explicó que los ciclistas en grandes urbes como la Ciudad de México, al estar más expuestos a las partículas contaminantes PM2.5 y PM10, pueden presentar casos de asma, infecciones respiratorias, infartos cardiacos, conjuntivitis, sinusitis, dermatitis y disnea.  

 

A largo plazo, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) e infecciones crónicas, entre algunos otros. Además de que el ciclista se encuentra expuesto 450 veces más al ruido que otras personas, por lo que podría tener efectos de estrés excesivo. 

 

No obstante, la académica del INER puntualizó los beneficios de “rodar” para la persona y el medio ambiente al “incrementar la capacidad respiratoria; disminuye los niveles de triglicéridos y colesterol; mejora la salud mental; previene padecimientos cardiacos; favorece la coordinación y evita la acumulación de grasa corporal”. 

 

El ambiente también se beneficia porque no se emiten contaminantes en el aire, tampoco se genera ruido ni calentamiento global; disminuye el tráfico; pueden utilizarse caminos reducidos; y no implica deforestación. Lo ideal para evitar la exposición a contaminantes, agregó, sería rodar durante la noche, pero el problema es la visibilización adecuada para evitar accidentes.