Micropartículas en el aire aumentan riesgo de ataques cardíacos
MEDIOAMBIENTE NOTICIAS POLÍTICA SALUD

Micropartículas en el aire aumentan riesgo de ataques cardíacos

Por Lourdes Torres Camargo

La contaminación del aire con micropartículas en suspensión, como químicos, hollín o metales pesados, afecta con mayor intensidad a los pacientes cardíacos durante el invierno, en especial en valles rodeados de montañas y con baja circulación de aire, lo que es frecuente en metrópolis como Ciudad de México, Bogotá o Santiago de Chile.

Indica el estudio realizado una zona metropolitana del estado de Utah, en EEUU, llamada Wasatch Front, que hizo un seguimiento a más de 22.000 pacientes cardíacos entre 1999 y 2022, tanto en invierno como en verano.

Los investigadores, pertenecientes el Intermountain Health de Salt Lake City, presentaron sus resultados durante las Sesiones Científicas de The American Heart Association 2023, llevada a cabo en Filadelfia.

En el trabajo compararon las tasas de ataque cardíaco y dolor de pecho inestable (un predecesor de un ataque cardíaco) durante los momentos en que el aire tenía mayor concentración de micropartículas menores a 2,5 micras.

Conocido como PM2,5, tiene un tamaño que lo hace 100 por ciento respirables y le permite viajar profundamente hacia los pulmones. En general, incluyen sustancias químicas orgánicas, polvo, hollín y metales pesados.

“Los efectos que pueden tener en el organismo, porque penetran más, van a depender del tóxico que acarreen. Si se trata de residuos mineros, por ejemplo, lo más probable es que traigan efectos más nocivos”, agrega Gabriel Maluenda, investigador del Departamento de Medicina Interna Centro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, que no participó en el estudio.

A través de la investigación, los expertos determinaron que el aire contaminado potencia los eventos cardíacos, pero el riesgo y el tipo de evento cardíaco varían según la estación, explica a SciDev.Net, Benjamin Horne, director de epidemiología genética y cardiovascular de Intermountain Health y autor principal del estudio.

Los fenómenos de inversión térmica son la principal clave. “En invierno, cuando las inversiones de temperatura en los valles de alta montaña causan la acumulación en el aire de PM2,5 provenientes de los vehículos, la industria y otras fuentes humanas, las personas comenzaron a ser hospitalizadas por ataques cardíacos con mayor frecuencia desde el mismo día del aumento del material particulado”.

Según Horne, si bien las observaciones revelan que la exposición a PM2,5 es un factor que aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca, también sugiere que “durante el verano las personas están más dispuestas a ir al hospital rápidamente cuando sienten dolor de pecho, y recibir tratamiento” antes de que el cuadro clínico progrese a un ataque cardíaco.

“En invierno la gente esperaba más tiempo, tal vez debido al frío, la nieve y el mal clima, y esas últimas horas cruciales hicieron que su dolor en el pecho progresara hasta convertirse en un ataque cardíaco”.

Con información de SciDev.Net.