Por qué comemos uvas el 31 de diciembre
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Por qué comemos uvas el 31 de diciembre

A pocos días de recibir el Año Nuevo en donde cada año a medianoche las personas comen 12 uvas simbolizado deseos para que el año entrante sea mucho mejor.

¿De dónde proviene esta tradición?

Esta proviene de España y existen varias teorías. La primera se remonta en la década de los ochenta en la se asegura que la clase burguesa española imitaba a la francesa, por lo que esa noche comían uvas y tomaban bastante vino para celebrar el Año Nuevo.

Posteriormente algunos madrileños adoptaron este costumbre e iban a la Puerta del Sol para escuchar las campanadas de medianoche y al mismo tiempo comían las uvas al ritmo del sonido.

Otra teoría apunta que en Alicante, los dueños del viñedo quisieron incrementar sus ventas, por lo que se les ocurrió crear una campaña con las uvas argumentando ser de buena suerte. Popularizaron la venta de paquetes de 12 uvas en los últimos días del año, para que las personas pudieran comérselas en la cena de Año Nuevo.

De acuerdo con la tradición en la mesa se deben colocar 12 uvas para que cada persona pueda comerse cada una con el sonido de las 12 campanadas.

Las 12 uvas representan los meses del año y se dice que aquellos que logren terminarse sus uvas competas en el primer minuto del año tendrán buena suerte y se cumplirán todos sus propósitos.

Además de pedir, es un momento para reflexionar por todo lo vivido en ese año que se va. Por lo general las personas desean salud, felicidad y abundancia.