De acuerdo con los especialistas, la mucormicosis es una enfermedad fúngica inhabitual. Se origina en el grupo de mohos mucormicetos.
La infección puede ocultarse y albergarse en distintas partes del cuerpo. Aunque es común que afecte el cerebro, los paranasales y los ojos.
La mucormicosis puede presentarse en personas que padecen uno o más trastornos de alguna enfermedad, por ejemplo: insuficiencia renal, diabetes, problemas cardíacos o cáncer.
Los médicos mostraron su preocupación por estos casos, pues los efectos en pacientes vulnerables que contraen el hongo negro tienen una tasa de supervivencia del 50% ante el COVID-19.Los pacientes más sensibles a contraer esta infección por hongos incluyen a aquellos con diabetes no controlada, los que utilizaron esteroides durante su tratamiento contra el coronavirus, así como los que tuvieron estancias muy prolongadas en las unidades de cuidados intensivos, señaló el Consejo Indio de Investigación Médica (ICMR).
Gaurav Kumar, médico residente del Hospital Ram Manohar Lohia, argumentó que el surgimiento del hongo negro se debe, muchas veces, al uso de medicamentos esteroides para inhibir los síntomas del COVID-19, pues éstos “disparan el nivel de azúcar en la sangre y aquellos con azúcar incontrolable aumentan las posibilidades de infección por hongos”.
Síntomas
Entre los síntomas que padecen estos pacientes con mucormicosis u hongo negro, suele estar la congestión y sangrado nasal; hinchazón y dolor en el ojo; párpados caídos; visión borrosa y, finalmente, pérdida de ella. Incluso se pueden generar manchas negras de piel alrededor de la nariz.
Los indicios de una infección por mucormicosis pueden variar dependiendo de la parte del cuerpo afectada, y en algunos casos, estos síntomas pueden pasar desapercibidos durante la etapa inicial.
Kumar destacó que, comúnmente, la mucormicosis se manifiesta en las etapas posteriores a la recuperación, por lo que podría considerarse que forma parte de los síntomas del COVID-19 prolongado.