Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), revelan que en nuestro país en promedio viven cuatro personas por hogar. Sin embargo, la disparidad económica es evidente al analizar las cifras de ingresos.
Y en este contexto, tenemos que alrededor de 13 millones de mexicanos viven en hogares con un ingreso máximo de poco más de cuatro mil pesos al mes. Estas cifras ponen de manifiesto la complejidad de las dinámicas económicas en México.
A medida que la tecnología avanza y redefine la manera en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos; se hace evidente que el acceso y la igualdad en la adopción de estas nuevas herramientas son asuntos cruciales.
Para algunos especialistas, la brecha digital y económica puede acentuar más las desigualdades existentes, dejando a amplias franjas de la población en una posición desventajosa para aprovechar los beneficios de la era tecnológica.
En un país en el que millones de personas luchan por acceder a oportunidades económicas y educativas, la tecnología plantea desafíos y oportunidades en igual medida.
De esta manera, México es un país con una rica diversidad de realidades socioeconómicas, y en estas confluyen implicaciones entre tecnología y sociedad. Para muchos especialistas, estamos en un mundo cada vez más conectado y digitalizado, donde la relación entre la tecnología y la acción social humana se ha vuelto un tema central de debate.
Programas de cómputo como la inteligencia artificial, el metaverso y las criptomonedas están transformando la manera en que interactuamos con el entorno, lo que plantea interrogantes sobre su impacto en la sociedad.
