En una noche donde la emoción era palpable y la lluvia no logró empañar la expectación, el Foro Sol se vistió de fiesta para recibir por primera vez a Taylor Swift. Con la aclamación unánime de sus fans mexicanos que gritaban: “Taylor, hermana, ya eres mexicana”, la estrella estadounidense hizo vibrar el recinto en la primera de sus cuatro presentaciones en el país.
La noche arrancó con Sabrina Carpenter, quien con sus temas más icónicos preparó el ambiente para el plato fuerte de la jornada. Y conforme las luces del The Eras Tour se encendieron, dándole al escenario una magnitud casi catedralicia, los ‘swifties’ se encontraban en la cima de su entusiasmo, compartiendo recuerdos y expectativas.
Con el inicio de la cuenta regresiva, el Foro Sol retumbó en gritos de emoción. El despliegue de Taylor comenzó con «Miss Americana & The Heartbreak Prince», «Cruel Summer» y «The Man». Pero fue su discurso, lleno de gratitud y emoción, el que robó corazones. “México, me están haciendo sentir increíble… Estoy muy emocionada, gracias por venir a vernos”, compartió la cantante, evidenciando una conexión palpable con su audiencia.
El espectáculo no dejó lugar para la decepción: con un escenario que proyectaba videos y animaciones en una pantalla de más de 10 metros y pulseras luminosas entregadas por la producción que brillaban al unísono en las muñecas de los asistentes.
Canciones emblemáticas como «You Belong With Me» y «Love Story» resonaron en el Foro Sol, y tras un cambio de vestuario, la cantante entró en la ‘era’ Evermore con temas como «‘TisThe Damn Season», «Marjorie» y «Willow».
No obstante, fue el momento de «Champagne Problems» el que quedará grabado en la memoria de los presentes. “Sería increíble tocar esta canción en un estadio en México”, confesó Swift. Los asistentes no solo interpretaron con ella, sino que le regalaron una ovación que duró cinco minutos, llevando a la artista al borde de las lágrimas.
El paso de Taylor Swift por México quedará, sin duda, como uno de esos eventos musicales que marcan una era y un testimonio del poder que tiene la música para conectar almas de diferentes latitudes.
Con información de: Milenio
