En algún momento has oído hablar acerca del “yoga facial”, es una tendencia de belleza que se ha vuelto viral en redes sociales, pues tanto celebridades como adolescentes, hablan de este fenómeno que ayuda a eliminar las arugas y líneas de expresión además de que te deshincha la cara.
El yoga facial se basa en una serie de ejercicios, estiramientos y masajes para los músculos del rostro. Si bien promueve una piel saludable, esto ¿realmente es el secreto para una piel firme y radiante?
¿Cuáles son los beneficios que ofrece el yoga facial?
- Tonificación muscular: sus ejercicios pueden fortalecer y tonificar los músculos del rostro, lo que podría contribuir a una apariencia más firme y definida.
- Mejora de la circulación: los movimientos y masajes aumentan la circulación sanguínea en la piel, lo que favorece un aspecto más saludable y radiante.
- Estimulación del colágeno: algunas de sus técnicas estimulan la producción de colágeno, una proteína esencial para mantener la elasticidad y la firmeza de la piel.
- Relajación general: esta práctica induce un estado de relajación general, lo que a su vez puede tener efectos positivos en la salud y la apariencia de la piel.
- Luminosidad de la piel: al promover la circulación y el flujo de sangre oxigenada hacia la piel, el yoga facial podría contribuir a un brillo natural y saludable.
- Enfoque natural: el yoga facial es un enfoque no invasivo para el cuidado de la piel, pues no involucra procedimientos quirúrgicos ni tratamientos agresivos.
- Reducción de la tensión: al liberar la tensión acumulada en los músculos faciales, alivia el estrés y reduce las líneas de expresión causadas por la tensión.
- Ahorro económico: en comparación con procedimientos cosméticos costosos, es una opción más económica y sostenible para el cuidado de la piel.
¿Realmente sirve?
Pues algunos expertos mencionan que los ejercicios faciales contrarrestan los signos del envejecimiento. Ayuda a los músculos faciales débiles, mejora el flujo sanguíneo hacia el rostro. Otros investigadores afirman que no hay suficiente evidencia para determinar si los ejercicios faciales son efectivos. Sin embargo, la constancia es un factor clave para ver resultados.
