Durante la primera gira de Pink Floyd por América en 1967, Roger Waters buscó compartir un momento íntimo con Janis Joplin, estrella principal de la noche en Fillmore West. Sin embargo, el plan de Waters de beber Southern Comfort con Joplin no salió como esperaba, convirtiéndose en el blanco de las burlas de su banda por meses.
Fue en San Francisco, California donde ambos artistas coincidieron como atracciones en el conocido recinto Fillmore West. Fascinado por el carisma y talento de Joplin, Waters quiso acercarse a ella de una manera más personal. Tras descubrir que el licor favorito de Janis era el Southern Comfort, el bajista de Pink Floyd decidió comprar una botella en un mercado cercano, con la esperanza de compartir un trago y tal vez algo más con la cantante.
El momento llegó poco antes de que Pink Floyd subiera al escenario. Waters, con botella en mano, encontró a Joplin y le ofreció compartir el licor. Sin embargo, para su sorpresa, cuando regresó después de interpretar algunas canciones, Janis le devolvió la botella ya vacía, esquivándolo rápidamente para su presentación. Después de todo, esa noche, la banda de Joplin era la principal atracción.
El «desaire» no pasó desapercibido para los demás miembros de Pink Floyd, quienes no perdieron la oportunidad de burlarse de Waters durante meses. Sin embargo, había una excepción: Syd Barrett, quien parecía no haber comprendido del todo la situación.
Hasta la fecha, esta anécdota sigue siendo recordada como uno de esos momentos curiosos y cómicos que suceden detrás de bambalinas en el mundo del rock.
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