La sal es uno de los ingredientes más indispensables a la hora de preparar algún alimento y esta añade sabor y proteínas a la comida. Sin embargo, seguro en más de una ocasión se te ha pasado que no le pones lo suficiente. En este sentido la solución es bastante fácil y rápido hasta encontrar el sabor deseado.
De hecho es más complicado cuando ocurre al revés, es decir, cuando la receta que estabas cocinando se pasa de sal, algo que puede provocar que el resultado sea incomible, desagradable e incluso frustrante, además de poco saludable.
Si se te fue la mano con la sal o la calculaste mal, no te preocupes hay algunos trucos para revertirlo. Uno de los consejos es intentar equilibrarlo echando más ingredientes. Si se trata de un guiso o algo similar puedes incorporar más verduras, carne etc., así como también más agua o pan, pero es importante ir poco a poco y tener en cuenta las nuevas medidas para no conseguir el efecto contrario.
Por otro lado, si se trata de una salsa, se puede añadir líquidos, aunque si el ingrediente va a variar en función de la receta y de los elementos que contiene, ya que no todos los platos permiten cualquier alimento. Por ejemplo, hay quienes añaden una pizca de azúcar, el cual contrarresta el exceso de sal sin endulzarlo.
Sin embargo, uno de los trucos más desconocidos es agregar un poco de jugo de limón o vinagre, ya que el ácido puede ayudar a equilibrar el sabor salado de la preparación. Eso sí, en todos los casos se recomienda agregar poco a poco, mezclar e ir probando para ajustar el sabor.
Independientemente de lo que se cocine, es importante tener cuidado a la hora de poner la sal. Expertos afirman que aunque su consumo es imprescindible para el funcionamiento de nuestro organismo, el exceso puede ser peligroso, ya que una dieta alta en socio puede tener implicaciones para la salud.
